El coche aceleraba. En medio de aquella
solitaria carretera, con las ventanillas bajadas y contigo al lado,
en ese momento era feliz. El viento en las caras, Tracy Chapman en la
radio, y aquel sol abrasante. No vimos otro auto en un buen rato, no
sabría decir cuánto, no llevaba reloj. El tiempo no tenía gran
importancia en ese momento, la verdad.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
domingo, 16 de diciembre de 2012
ESPERANDO
Esperando tu respuesta. Así se puede
resumir gran parte de mi día. Pasan las horas y no hago más que
esperar. Un "vale", un "jaja", lo que sea. Quiero
saber que estás ahí, que sabes que yo estoy aquí, que te quiero.
Quizá esto último sería dar un gran paso, pero algún día lo
sabrás. Y por fin descubrirás que soy perfecto para tí, y tú
perfecta para mí. Sí, algún día.
Pero vuelvo a la tierra, y aquí sigo,
mirando el móvil impaciente cada cinco minutos a ver si hay algo.
Pero nada. Cinco minutos más y tampoco... Empiezo a pensar que pasas
de mí, que ni siquiera te caigo bien, que te aburro. Pero entonces
contestas, y yo revivo. Pronto va a cambiar...
jueves, 13 de diciembre de 2012
LO HARÉ
Me gustaría saber si algún día te
darás cuenta, o si ya lo has hecho. Puede que sientas lo mismo pero
tengas miedo de decirlo, como me pasa a mí. Si es así, perdemos el
tiempo, ya deberíamos haber dado el paso hace mucho tiempo. Creo que
no puede estar más claro, pero aún así seguimos ciegos, no
queremos darnos cuenta, ¿por qué? ¿Por qué tanto miedo? Es una
pregunta que me hago cada día, que me consume, pero no encuentro
respuesta. Sé que no tiene sentido, pero así de irracional es todo,
así de caprichoso. Pasa el tiempo y me consuelo sabiendo que algún
día, algún día... Pero, ¿cuándo llegará ese día? Ese será un
momento mágico, pero me estoy cansando de esperar.
Creí que podría querer a otras, que
aprendería a vivir con ello, pero soy incapaz. Te quiero a tí y
solo a tí. Estoy desperdiciando el tiempo escribiendo esto cuando
podría estar demostrándotelo, pero así soy, así de impotente me
siento. Reuniré el valor, lo prometo. Por tí, por mí; me lo debo,
te lo debo.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
¿BUENO?
A veces me cuesta aceptar que todo
existe. Tú, por ejemplo, leyendo esto, ¿cómo sé que estás ahí?
¿Cómo sé que eres real? No puedo ver a través de la pantalla, y
aunque pudiese, eso no aclararía mis dudas. No puedo saber con
certeza si esto que estoy escribiendo es real. Podría ser producto
de mi mente, pero, ¿existe mi mente? ¿Por qué no puede ser lo que
yo tomo por mente el fruto de mi verdadera mente?
Y partiendo de esto, dando por supuesto
que estos pensamientos existen pero lo demás es incierto, ¿cómo
puedo decir que algo es correcto o no? Sencillamente imposible.
martes, 11 de diciembre de 2012
VIVE
"They're gonna clean up your looks with all the lies in the books to make a citizen out of you" Teenagers, MCR
Tratamos de educar a los niños para que encajen en la sociedad. Qué graciosa palabra, encajar, como si de un puzzle se tratase. Pero, ¿qué es encajar? ¿Tener éxito? ¿No llamar la atención? Supongo que un mundo en el que todos encajásemos sería perfecto, sí, pero aburrido. Más que eso, sería inaguantable.
Imagina un mundo donde nadie fuese más
o menos que nadie en nada. Un mundo donde la música no cambie, las
películas tengan siempre el mismo argumento, donde los cuadros
fuesen todos iguales... Imagina un mundo sin carcajadas, sin gritos,
sin gente rara. Imagina no tener nunca más ese subidón de
adrenalina cuando pasa algo emocionante, inesperado.
No, definitivamente no podemos encajar,
no somos piezas de un puzzle. Así que adelante, vive, destaca si
quieres y si no, también está bien. Pero sobre todo, se feliz.
lunes, 10 de diciembre de 2012
LO IMPOSIBLE
Después de ver Lo Imposible -la
película del momento, del año, el gran taquillazo, etc.-, puedo
confirmar que no exageran sobre ella. Me ha parecido buena en todos
los aspectos. Es emotiva, con una trama realista y una manera de
contar el mensaje que llega. No soy ningún experto en cine, pero
como simple aficionado puedo decir que me encantó. La escenografía
y la calidad de la grabación es excelente.
Algunas escenas como la de la
mandarina son bastante fuertes y realistas. Otras son emotivas, como
en la que sale el padre hablando con su familia y llorando, para mí
la mejor de la película. Ver a un hombre llorar choca bastante, y la
manera cómo lo hace aquí es espectacular.
Buena actuación, buena calidad, buen
guión, buen argumento. Esa es mi opinión.
domingo, 2 de diciembre de 2012
BASTA
Se ríen de nosotros. Desde sus casas
miran cómo nos manifestamos, cómo nos dejamos la voz y la dignidad
en las calles reclamando lo que es nuestro. Y se divierten. Para
ellos, seis millones no es el número de parados al que vamos a
llegar, sino lo que pueden robar en un año. Veintiuno no es el IVA,
sino un disco de Adele. La palabra coche les suena rara si no va
acompañada de un 'oficial'. Para ellos, la única dieta es la que se
cobra, porque la comida les sobra. Los estudiantes, médicos,
bomberos, profesores, policías y funcionarios son unos ladrones; los
toreros, héroes. Los derechos para la derecha. En tu hospital serás
paciente, pero esperando en la cola para pagar la factura como
cliente. Tus hijos no serán maleducados, estarán mal educados. Ya
no te sientas en los bancos, se sientan ellos sobre tí mientras
cargas con su peso y con su culpa, ya que tienen derechos Preferentes
a los tuyos. Podrás tomar las calles, sí, mientras el banco toma tu
casa. Querrás salir de aquí, te dirán que cojas un avión en el
aeropuerto de Castellón. Te han dicho que viviste por encima de tus
posibilidades, cuando estás debajo de un puente. Generales los
recortes, no las huelgas. Libertad es una palabra antigua, esto es
Neolengua. El Gran Hermano no te mira, te roba mientras tú le miras
a él. La prensa siempre lleva La Razón. El jubilado ya no tiene
motivos de júbilo, a la juventud le han quitado su divino tesoro.
Igualdad para todos, excepto si eres inmigrante, homosexual,
abortista, no cristiano o simplemente inconforme. Para muchos, los
contenedores contienen las únicas esperanzas de comer hoy. El número
que te representa no es el de tu DNI, sino el de tu cuenta corriente.
Coger un taxi es un lujo, el transporte público también. Ya no
madrugas para trabajar, sino para llegar temprano y no pillar cola en
el INEM. Los Reyes sí que existen, pero los regalos se los das tú a
ellos. La Constitución es sagrada, tus derechos no.
Así que, ¡que viva España y no el
Rey; que viva el orden pero no de desalojo; que viva la ley pero no
la del más fuerte!
sábado, 1 de diciembre de 2012
ERES TÚ
Cuando dudes de tí misma, siempre
estaré ahí para recordarte que eres genial. Que no hay nadie, nadie
como tú. Nadie que pueda siquiera compararse. Quizá es porque te
miro con otros ojos, pero para mí eres perfecta. ¿Por qué no te lo
crees? Eso solo hace que siga diciéndotelo, cada día.
¿Cómo no pensar que eres perfecta
cuando me miras con esos ojos? Son tan profundos, tan bonitos, tan
únicos. Esa manera de andar, como si fueras la reina del mundo, de
mi mundo...
Al verte no puedo contener una sonrisa,
siento una felicidad incomparable a todo lo demás. En esos momentos,
cuando te veo venir, me dan ganas de correr hacia tí para no
soltarte nunca. Algún día te darás cuenta.
No me importa parecer cursi, débil o
tonto, porque cada vez estoy más convencido, eres la chica. Eres tú,
pero nunca va a poder ser. Solo quiero que llegue el momento en el
que pueda decirte a la cara sin miedo que te quiero.
viernes, 23 de noviembre de 2012
SALIR
Me gustaría salir. Daría lo que fuera
por poder mirarlo todo desde arriba, o desde abajo, pero fuera de
aquí. Y no fuera de mi sociedad, ni de mi país. No, fuera. Imagina
un sitio lo más alejado posible, añádele un poco más, y ahí es
donde me gustaría estar. Y poder ver las cosas sin un 'yo', sin un
'tú', sin nadie.
Quiero quitarme de encima pesos que ni siquiera sé que tengo. Tirarlo todo y volar, hundirme, lo que sea, pero quiero salir. Me gustaría no tener que hablar a través de palabras, me gustaría decir algo. Pero es imposible. Totalmente imposible. Y no se trata de difícil, se trata de un imposible. Todo lo que estoy escribiendo está restringido a aquí y ahora. Hoy, mañana, siempre. Pero no sé lo que es siempre.
No espero que nadie comprenda esto,
porque en realidad no estoy diciendo nada. Nada de nada. En verdad,
deliro, porque todo se escapa de mis manos. Y utilizo frases hechas,
como bloques que encajan dentro de una partida de Tetris, pero con
agujeros. Y ahora una metáfora, totalmente condicionada a aquí y
ahora. Solo quiero salir.
viernes, 9 de noviembre de 2012
HIJOS DE PUTA
Enhorabuena, lo habéis conseguido. Hoy
tenéis un piso vacío más, y una vida menos. ¿Y sabéis lo mejor?
No era la primera vez... Vuestra ambición sin límites ya pasa de
'solamente' hacer daño a acabar con vidas, vidas humanas. Si antes
creía que érais escoria, hoy creo que sois lo peor que ha podido
sucederle al mundo. Sois el cáncer de la humanidad,y vais camino de
convertiros en la metástasis.
Enhorabuena, habéis conseguido que os
odie de una manera que no conocía, y no hablo solo por mí. Sois
vosotros los que me hacéis perder la
esperanza en la humanidad. El que seáis la imagen del éxito, que no
solo os vayáis de rositas, si no que os regodeéis en vuestras
propias perrerías... ¿Qué futuro puedo esperar si no uno muy muy
negro? Vuestros carteles en las sucursales me hablan de optimismo, de
planes de pensiones... Qué irónico, vosotros, los destructores del
mundo, ¿acaso me dejaréis llegar a viejo? ¿Disfrutaré de ese
privilegio, o también está por encima de mis posibilidades?
No sé cómo no se os cae la cara de
vergüenza, sois tan fríos e insensibles como pensaba, o incluso
más. No puedo si no insultaros, no siento más que aversión hacia
vosotros, repugnantes máquinas de ganar dinero, no puedo sino decir
que os odio, os odio, os odio.
martes, 9 de octubre de 2012
SOY
Soy parte de una generación perdida.
Soy de esa generación que vivirá peor
que sus padres. 'Generación cangrejo', la llaman.
Soy de los que vivieron por encima de
sus posibilidades.
Soy un deshauciado que tiene que seguir
pagando la hipoteca.
Soy de los que cada año ven como en su
colegio/instituto se recorta sin descanso.
Soy de los que tendrán que pagar por
una receta.
Soy de los que 'abusan' de su libertad
de expresión.
Soy de los que, como dijo Andrea Fabra,
me jodo.
Soy un ni-ni.
Soy un explotado.
Soy un parado.
Soy la mayoría silenciosa.
Soy un indignado.
Soy un perroflauta.
Soy un antisistema.
Soy un delincuente.
Soy un radical.
Soy facha.
Soy facha.
Soy rojo.
jueves, 27 de septiembre de 2012
AÑO 64
Hoy, por primera vez este año, han
bombardeado la ciudad. Ya nos habíamos olvidado de su sonido, del
miedo, de escondernos. Pero parece que nos volveremos a acostumbrar.
Durante media hora, se ha acabado el mundo, momento a momento. Al
acabar, salimos otra vez a las calles, como ratas, miserables y
asustados. Vimos los efectos que habían tenido las bombas: casas
reducidas a escombros, calles destrozadas, árboles calcinados...
Después de casi un año, en el que, a duras penas, habíamos
reconstruido los estragos de la última oleada de bombardeos, todo el
trabajo se venía abajo.
Entonces lo vimos. Como una estrella
fugaz, pero dejando una visible estela, despegaba una nave rumbo a
quién sabe qué planeta. Las naves eran cada vez más modernas, más
cómodas y grandes. Cada vez llegaban más lejos, y más rápido. Era
la bella y fugaz visión del progreso.
martes, 18 de septiembre de 2012
LA BRECHA
Galaxia Internet, sociedad red, era de
la información... Vivimos en una época de cambio, eso está claro.
Este es, probablemente, uno de esos momentos decisivos en la historia
humana, un proceso de transformación hacia una sociedad totalmente
diferente. Y por eso es vital en estos momentos plantear los
problemas de este cambio, ahora que pueden solucionarse más
"fácilmente".
Cabe preguntarnos, en primer lugar,
¿este cambio, es igual para todos? NO. Un gran problema de este es
precisamente que acentúa, aún más si cabe, las diferencias
económicas y sociales, haciendo de la brecha rico-pobre un abismo
que tiene el peligro de convertirse en insalvable.
Por ejemplo, mientras los países a los
que nos gusta llamar desarrollados mantienen un nivel de vida alto,
junto con una natalidad relativamente baja. Mientras, los países
eufemísticamente denominados en vías de desarrollo tienen una tasa
de natalidad descontrolada. Es conocido eso de que solo 15% de la
población mundial posee el 85% de los recursos. Pues bien, esto
empeorará en los próximos años a causa de este desajuste. Queda
demostrado que aquellas promesas de enriquecimiento y mejora del
nivel de vida que traía nuestro queridísimo capitalismo son
mentira.
Otro gran problema es que,
irónicamente, en la era de la información, esta es mucho más
amplia pero en áreas cada vez más pequeñas. Mucha información,
sí, pero sobre lo mismo.
¿Quién ha visto noticias últimamente
de Somalia, de la tragedia de enfermedades como la malaria, el SIDA,
el tifus, etc? Supongo que consideramos más importante el "grave
problema" de la gripe en nuestros sanos y ricos cuerpos. Y ahí
reside el problema. ¿Cuáles son nuestras prioridades? Sin notarlo,
los habitantes de los países ricos, por norma general, nos estamos
volviendo egoístas, más que nunca. Si a este egoísmo sumamos la
falta de interés, el resultado es una sociedad realmente
despreciable vista desde el exterior. Algo así como el Capitolio, de
la saga de Los Juegos del Hambre.
Mezclando la brutal diferencia
económicosocial y el tipo de sociedad que estamos gestando, el
futuro es poco halagador. Sí, viviremos más y mejor, pero,
¿cuántos? ¿A cambio de qué?
Se habla de que cuanto más se
extiendan nuestros valores, mejor. Deberíamos detenernos un momento,
desconectar la caja tonta y pensar, ¿es cierto? Hasta ahora hemos
visto los resultados de este tipo de economía que hace más daño
que bien. Sí, en Occidente vivimos a cuerpo de rey, pero, ¿y en el
resto del mundo? ¿Acaso no vemos que la brecha es cada vez más
grande y desigual en número? África, el gran olvidado. Las
políticas agresivas de nuestro querido Occidente la hunden cada vez
más en la miseria, mientras los medios dicen que no es nuestra
culpa. Decimos que nosotros no tenemos nada que ver para limpiar
nuestra conciencia, pero estamos ciegos. Para colmo, cuando empezamos
a pensar en temas poco agradables como este, cambiamos rápidamente,
y nos excusamos pensando que "si están así será por algo",
"es que son gente violenta", "terroristas", "no
tienen valores" y un largo etc. de excusas baratas para
librarnos de todo remordimiento.
Señores, esta es la sociedad que hemos
creado, "justa, libre e igualitaria". La mayor mentira
jamás contada. La mayor verdad jamás ignorada. Yo no soy ningún
genio, soy muy joven, inexperto, casi un niño. Si yo he podido darme
cuenta de esto, ¿por qué tú no?
lunes, 10 de septiembre de 2012
HORA DEL ALMUERZO
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Era la voz de Iqua llamando a
todos sus empleados al comedor. Yo estaba terriblemente cansado aquel
día, apenas había podido dormir, y estaba haciendo mi trabajo a
duras penas. Me dolía la cabeza, y cada palabra de Iqua no era más
que un chillido molesto.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Cada cinco minutos, de la una y
media hasta las dos y cuarto de la tarde, la dichosa vocecita repetía
lo mismo una y otra vez. A veces bromeaba con mis compañeros sobre
desconectarla.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Iba a ir al comedor cuando me
enviaron unas fichas para rellenar. Genial, otros quince minutos más.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Seguía atascado con esas fichas.
Además, hoy no podía dejar trabajo atrasado. Era el día del
desfile, toda la ciudad vería a los presos y yo no quería
perdérmelo.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Terminé antes de lo previsto.
Ahora tenía que bajar al comedor, en el otro lado del edificio.
Todos mis compañeros de departamento ya habían ido a comer, así
que hoy estaría solo. Sonó la sintonía de la empresa seguida de
un: "Feliz día, empleados". En aquellos días odiaba a
Iqua.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". El comedor estaba atestado,
llegaba tarde, ya eran casi las dos. El menú de hoy: puré de
proteínas con carbohidratos, toda una delicia. Me senté al lado de
un hombre muy mayor, que me miró durante toda la comida.
"Hora del almuerzo, hora
del almuerzo, hora del almuerzo". El señor seguía mirando.
Intenté ignorarle pero este clavaba la mirada en él con fuerza. Me
concentré en mi puré, con un aspecto no mejor que su sabor. Por lo
menos mi Iqua doméstica me prepararía una cena deliciosa: pollo de
verdad, no aquel sintético que vendían en los mercados.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Terminé rápido de comer y salí
de allí. El señor me siguió con los ojos hasta que desaparecí de
su vista. ¿Por qué actuaría así? Que yo supiese, en la empresa
eran muy estrictos con el comportamiento y con el equilibrio mental.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". Iba hacia la mesa cuando me llamó
Iqua, me dijo que fuera al panel de GHJ. Este me dijo que hoy podía
salir antes, como había pedido, pero debía adelantar trabajo, al
menos parte de lo de mañana. Ningún problema, siempre había sido
rápido.
"Hora del almuerzo, hora del
almuerzo, hora del almuerzo". De vuelta en la mesa, pero esta
vez encontré algo diferente, una nota doblada. Aquello era extraño,
casi nunca dejaban papeles. La abrí, y la emoción se apoderó de mí
a la par que el terror. Allí, en pequeñas letras negras mayúsculas,
estaba escrita la palabra "YA". Sí, ya. La revolución ya había empezado.
viernes, 11 de mayo de 2012
CONTRA LAS DICTADURAS... Y LO QUE VIENE DESPUÉS:
“Mi
ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la
que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades”
Nelson Mandela.
África
sufre, llora, muere cada día, agoniza entre la miseria, entre la
vida más exhuberante en sus selvas, sus montañas, sus desiertos,
sus mares y la cara más horrible de la muerte en sus guerras, sus
enfermedades, su pobreza...
Entonces,
nos formulamos una pregunta: ¿Hay una salida? Muchos dirán que sí
a la primera, pero es algo como para pensar. Aparte de todas las
ONGs, Fundaciones y campañas, ¿hay una manera por la que África
pueda salir de esta por sí sola? ¿Hay una alternativa a la caridad
eterna? Bueno, seamos optimistas y digamos que SÍ. Y tras decirlo,
surgen más preguntas:
¿Cuál?
La respuesta es sencilla: la democracia y la paz. Si es la única, no
puedo afirmarla; pero es una vía, la más adecuada a mi parecer.
¿Qué hay más justo que una democracia? Pero no cualquiera es
válida, tiene que ser una de verdad.
Las
promesas de democracía ya han decepcionado demasiado. Una y otra vez
se ha utilizado esta palabra para dar falsas esperanzas. Muchos se
han llenado la boca de esta palabra y de otros términos como
sufragio universal, soberanía popular y demás, para conseguir sus
objetivos más egoístas. Por eso es necesaria una verdadera
democracia, que realmente represente a sus ciudadanos, que vele por
la justicia, por la libertad y por la vida. A fin de cuentas, una
democracia perfecta, o lo que más se le aproxime.
En
segundo lugar, una paz definitiva. Guerras civiles, tribales y luchas
por el poder son el pan de cada día de los africanos. ¿Acaso han
elegido ellos esta vía? ¿Les han preguntado a la gran mayoría de
ellos si de verdad quieren eternizar una guerra que no conduce a
ninguna parte? Seguramente no, pero es la manera de mantener el
miedo, la ignorancia y la miseria en su justa medida para permitir el
beneficio de unos pocos. En resumen, una desigualdad desmedida a la
vez que controlada.
Pero,
¿cómo? Ese es el segundo y el verdadero interrogante. Paz y
democracia, todos pensamos eso, bastante lógico, pero, ¿cómo
llegar del dicho al hecho? Ya sabemos que hay un gran trecho, pero
habrá que superarlo, ¿cómo?
Todos
hemos visto en qué ha quedado la famosa Primavera Árabe. Lo que
hace un año era una llama de esperanza para millones de personas,
hoy se ha transformado en violencia y destrucción. Guerras civiles,
gobiernos militares e inestabilidad son las pautas que marcan a los
países que unos meses atrás aún creían en algo mejor. Todo empezó
en Túnez. El 4 de Enero de 2011, Mohamed Bouazizi murió por las
quemaduras que se provocó él mismo unos días antes. El joven tenía
veintiseis años y sufría muchos problemas económicos. Fue una
llamada de atención, y los resultados no podían haber sido más
inesperados. Las manifestaciones se extendieron por todo Túnez,
llegando hasta la misma capital y acabaron por derrocar al gobierno
de Ben Ali. Se dice que una de las causas de la revolución tunecina
fue que el régimen no era tan estricto como el de Libia, y que el
turismo extranjero había traído consigo las ideas propias de
Occidente. También se dice que la extensión de internet fue
imprescindible. Ambos son factores a tener en cuenta, pues pueden
aplicarse a otros países africanos. Después de Túnez, la
revolución se extiende a Egipto. Una demostración de que internet
jugó un papel fundamental fue que, en vista de las protestas, el
gobierno egipcio decidió cortar completamente el acceso a la red.
Finalmente, Hosni Mubarak, que llevaba más de 30 años en el poder,
tuvo que dejar el Gobierno definitivamente y huir del país.
Entonces,
¿cuál es el primer paso? Creo que podemos seguir el ejemplo de la
Primavera Árabe hasta cierto punto, cuidando no volver a caer en sus
errores. Luego, en primer lugar, se necesita una mecha. Algo que haga
despertar a la población, que la conmueva. Lo ideal sería no crear
mártires, que no haya muertos. Aunque eso no es posible, hay que
intentar evitarlo. La mecha podría ser, por tanto, algo de fuera. Un
mensaje, por ejemplo. Algo que llegue a todos, casi al momento, y ahí
es donde entra en juego el papel de internet. Además, es importante
el papel del voluntariado. Un voluntario no está ahí solo para dar
comida y sustento. Un voluntario está ahí para transmitir el
mensaje de la democracia, para ayudar a todo aquel que quiera
levantarse por su libertad y por la de todo su pueblo. Es por eso que
muchos gobiernos no quieren voluntarios extranjeros en sus países,
no les conviene. Pero hay que luchar contra eso y conseguir extender
el mensaje. Pero no hay que confundir voluntario con revolucionario.
El voluntario simplemente da la información, la opción de algo
diferente. En ningún caso obliga ni alenta a la revolución o a la
violencia.
Si
bien es cierto que en África la red es más bien escasa, es más que
suficiente para extender la mecha. Y lo más importante, en un tiempo
récord. En algunos países, el acceso a internet es bastante amplio;
en otros, aún está en desarrollo y solo algunos tienen tal
privilegio. En vista de eso, lo lógico sería que el país pionero
en rebelarse pertenezca al primer grupo. Así, la revolución se
extendería más rápidamente, y los países del segundo grupo
tendrían un ejemplo a seguir. Y de nuevo, el voluntario entra en
acción, transmitiendo el mensaje.
Una
vez encendida y extendida la mecha, toca resistir. La respuesta de un
gobierno dictatorial y tiránico sería, probablemente, violenta. El
objetivo de esta respuesta es atemorizar. Obviamente, a ningún
gobierno le interesa masacrar a su población. Más allá del
sentimiento de humanidad, no es algo práctico, nadie quiere un país
en el que no haya nadie a quien gobernar.
Habrá
violencia, sí, pero hay que aguantar, porque, si abandonamos en este
momento, ¿qué nos espera? Más y más años de tiranía, quizá aún
más dura y represiva. Ya no habrá marcha atrás, la única solución
posible es aquella que venimos persiguiendo desde hace tanto tiempo.
Cuánto dure esta rebelión, dependerá de la implicación del pueblo
y de la fuerza del gobierno. Puede ser de apenas unas horas a
extenderse durante años. Esta última solución, que significaría
una guerra civil, es la menos deseable de todas. Probablemente sean
unos días turbulentos, pero hay que evitar caer en la espiral de
violencia que conduciría a una guerra civil. Por todos los medios
hay que intentar una revolución pacífica. Si el pueblo ejerce la
suficiente presión sobre el gobierno, este no tendrá más remedio
que parar la violencia. Prometerá reformas, más libertades, más
democracia... Hay que decir que no. ¿Por qué? Porque esos gobiernos
tiránicos son los mismos que durante años han estado torturando,
asesinando, reprimiendo a la población. No hay que fiarse de ellos,
no hay que darles la oportunidad de volverlo a hacer, porque la
aprovecharán. Por tanto, lo único que debemos decir ante esas
falsas promesas es NO, y seguir insistiendo hasta que esos
dictadores, acorralados, no tengan otra vía de escape que la de
dimitir, entregar el poder. Ahí, diremos por fin que SÍ.
Pero bien, ya hemos echado al gobierno anterior, y ahora viene otro
reto, el más difícil, en mi opinión: conseguir una verdadera
democracia. Hasta ahora, todos o casi todos los intentos por
conseguir una auténtica democracia después de la revolución han
fracasado. La Primavera Árabe, el ejemplo más reciente, es una
clara muestra de lo mucho que pueden torcerse las cosas, aún
partiendo de una base y unos ideales adecuados. Bien, el primer paso
tras expulsar al anterior gobierno sería, sin ningún retraso,
convocar unas elecciones. Ahí ha fallado nuestra famosa Primavera
Árabe: en Egipto, por ejemplo, tras conseguir la dimisión de
Mubarak, se estableción un gobierno militar "provisional"
que acabó siendo igual de tiránico y represivo, estableciéndose en
el poder con la promesa de unas elecciones que tardaron meses en
llegar. Por tanto, unas elecciones son primordiales para afianzar los
logros conseguidos hasta ahora. Después de que el pueblo elija, hay
que redactar una Constitución. Aquí también entra el juego la
cooperación de otros países. Ninguna nación, y menos en el mundo
actual, es completamente autosuficiente, y en este caso, los países
democráticos deberían prestar su ayuda en la construcción de un
sistema justo. La cooperación puede lograrse de varias maneras, por
ejemplo, enviando colaboradores. También el voluntario tiene su
papel, ayudando al pueblo a conocer el sitema que se está
preparando, enseñándoles a elegir, ya que esta es la base de la
democracia, la elección. Este proceso puede llevar meses, pero, una
vez finalizada, se tiene que convocar un referéndum en el que el
pueblo diga si acepta o no. Se presentan entonces dos posibilidades.
Si no acepta, no hay más remedio que seguir intentándolo, cambiando
aspectos que no han convencido a la población, y volviendo a
preguntar. Si la acepta, entonces tendremos el sistema democrático
tan anhelado por el pueblo. Será una democracia débil, en
principio, que, si resiste ante las presiones de grupos radicalistas
y totalitarios, se irá fortaleciendo poco a poco, con los años.
Entonces
tendremos ese ideal tan querido por Mandela, esa sociedad libre y
democrática en la que todos puedan vivir en armonía y con igualdad
de posibilidades. Parece algo utópico, y en cierto modo lo es, pero
nunca debemos desalentarnos por ello, si no intentar alcanzar esa
utopía o al menos lo que más se le parezca.
domingo, 1 de abril de 2012
NATURALEZA ARTIFICIAL
Paso caminando frente al jardín de una casa. Era marzo, o abril... Sé que era primavera, porque sus árboles estaban floreciendo, la mayoría en tonos rosados. Probablemente eran perales. El césped estaba verde, limpio, húmedo y recién cortado. Olía bien, realmente bien. La puerta exterior estaba abierta, así que olvidé todo aquello que tuviese que hacer y entré en el jardín.
La casa quedaba unos metros más alla, y el único camino eran una serie de piedras planas negras que se disponían en curva hasta un porche, donde estaba la puerta. A ambos lados del camino, que se encontraba en el centro, estaban los árboles.
Nada más entrar noté también la presencia de flores, arbustos y hasta un nido. Dentro habían dos pajaros y uno cantaba. Todo rebosaba vida. Estaba realmente fascinado, observándolo todo una y otra vez. No calculé el tiempo que estuve allí, pero debieron ser una media hora. Nadie entró o salió en ese tiempo, y me fui cuando noté que estaba oscureciendo. Regresé a mi casa inmediatamente, prometiéndome volver al día siguiente. No sé por qué, pero había algo en ese sitio que me atraía, no podía resistirlo.
Fui durante días, semanas. Hasta que acabó la primavera. En verano el jardín perdía toda su vida, su belleza, su color. En otoño todo se teñía de marrón, naranja y amarillo. Era bonito, pero no podía compararlo con aquella imagen en primavera, aquella primera vez que vi el lugar y quedé fascinado para siempre.
Llegó el invierno, y el jardín se cubrió con un manto blanco que duró meses. No habían hojas, ni mucho menos flores. Incluso el camino de piedras que llevaba a la casa quedaba oculto bajo la nieve.
Pero, por fin, volvió la primavera, y con ella de nuevo la vida, la belleza y el color. Estaba decidido a averiguar qué me atraía tanto de aquel lugar, tan ordinario, tan simple. Volvía allí cada día. Entre semana, después de clase; los fines de semana, por la mañana. Observaba, escudriñaba cada rincón de aquel extraño lugar pero nada. Nada llamaba mi atención.
Un Lunes, después de clase, fui directo allí. Como de costumbre, me senté en el césped y comenzé a estudiar el enorme almendro que había al lado de la casa, a unos metros del camino de piedras. Podia ver el polen caer de él, sin más orden que el que dictaba el viento. Lo seguí con la mirada, mientras daba vueltas alrededor del jardín. Iba en círculos, luego ascendía para descender en una serie de curvas perfectamente descritas. Llegó un viento fuerte, y fueron hacia la izquierda, hacia la calle. Entonces, algo frenó su avanze: otro árbol. Este era diferente, no tenía hojas, su tronco tenía un tono grisáceo, sin vida. Sin pensarlo dos veces, salí del jardín y fui directo hacia ese árbol. Cuando llegué allí, vi que no estaba solo. A su lado estaba otro árbol como ese, estaban por todas partes. No había hierba en el suelo, todo era tierra. Tierra seca. Entonces comprendí que me llamaba la atención de aquel jardín aparentemente normal. Di por supuesto que era algo normal cuando no lo era. Aquello... aquello era único. Era el pequeño paraíso en un mundo de infierno.
domingo, 18 de marzo de 2012
LA SIESTA
Nunca me ha gustado dormir, tan solo lo necesario. Ocho horas justas por la noche, ni más ni menos. Para mí, dormir es una pérdida de tiempo si se hace más de la cuenta. No consigo entender a aquellos que duermen por el mero hecho de hacerlo, que lo consideran un placer. ¡Ni siquiera están conscientes cuando lo disfrutan!
Quizá por eso el momento que más detestaba en mi infancia era la hora de la siesta en el pueblo, una tarde de verano. Me produce una repulsión, un sopor, un tedio insoportable. En esas largas horas parece que el mundo entero se duerme. Incluso a mí me entra un sueño, una morriña que tengo que combatir. Una vez probé esa famosa siesta, y cuando desperté me sentía mal, mareado, pesado... Por eso no duermo la siesta, no me sienta bien.
Odio ese momento, esas tardes perdidas en un salón oscuro, viendo en la televisión cualquier cosa decente. Allí fuera, el mundo se quema a cuarenta grados en la sombra. Aquí dentro me quemo yo, poco a poco, en el sofá cubierto por una mantita de ganchillo. En el salón todo es antiguo, hay una cabeza de ciervo que lleva años ahí, cuadros de paisajes rurales desgastados por el tiempo o el descuido, una mesa en el centro que apenas se mantiene en pie, un sofá, varios sillones sin color y telarañas en el techo.
Miro la televisión y veo a Luisa Fernanda besando a Manuel Rodrígues. No sé por qué mi abuela se empeña en ver esto, está dormida. Cuando intento cambiar, mágicamente despierta y me quita el mando. Entonces yo empiezo a contar las telarañas: siete contando con la de la puerta.
Me canso, salgo a la calle y me pongo bajo el sol. A los cinco minutos estoy otra vez dentro, es imposible aguantar eso. Aún quedan tres horas para que el sol empieze a bajar y los segundos parecen ir más despacio, más y más despacio.
Quizá por eso el momento que más detestaba en mi infancia era la hora de la siesta en el pueblo, una tarde de verano. Me produce una repulsión, un sopor, un tedio insoportable. En esas largas horas parece que el mundo entero se duerme. Incluso a mí me entra un sueño, una morriña que tengo que combatir. Una vez probé esa famosa siesta, y cuando desperté me sentía mal, mareado, pesado... Por eso no duermo la siesta, no me sienta bien.
Odio ese momento, esas tardes perdidas en un salón oscuro, viendo en la televisión cualquier cosa decente. Allí fuera, el mundo se quema a cuarenta grados en la sombra. Aquí dentro me quemo yo, poco a poco, en el sofá cubierto por una mantita de ganchillo. En el salón todo es antiguo, hay una cabeza de ciervo que lleva años ahí, cuadros de paisajes rurales desgastados por el tiempo o el descuido, una mesa en el centro que apenas se mantiene en pie, un sofá, varios sillones sin color y telarañas en el techo.
Miro la televisión y veo a Luisa Fernanda besando a Manuel Rodrígues. No sé por qué mi abuela se empeña en ver esto, está dormida. Cuando intento cambiar, mágicamente despierta y me quita el mando. Entonces yo empiezo a contar las telarañas: siete contando con la de la puerta.
Me canso, salgo a la calle y me pongo bajo el sol. A los cinco minutos estoy otra vez dentro, es imposible aguantar eso. Aún quedan tres horas para que el sol empieze a bajar y los segundos parecen ir más despacio, más y más despacio.
viernes, 9 de marzo de 2012
MODAS
¿Qué son las modas? A primera vista diríamos que son estúpidas, de borregos, pasajeras... Pero, parémonos a pensarlo por un momento.
Las modas son necesarias. Reconozcámoslo: necesitamos modas, necesitamos algo que seguir y con lo que sentirnos identificados. Ya sea algo "súper mainstream" como la marca Quiksilver o algo tan extraño como el planking o el 241543903. Incluso los "alternativos", por el mero hecho de ser un grupo, siguen modas, más reducidas (no mueven masas), pero son modas al fin y al cabo.
Crees que haces lo que quieres, que eres diferente, pero no es así. Y dirás: No, yo no esque siga modas, esque si algo me gusta, lo hago, y si está de moda, pues me da igual. Sí, seguramente diríais eso, intentando excusaros como si cometiéseis un pecado. Y ahí radica el problema Creemos que seguir modas es algo malo, creemos que no tenemos personalidad si lo hacemos. Pues os diré una cosa: ESTO NO ES ASÍ. Somos sociables por naturaleza y de no ser así, no tendríamos todo este chiringuito montado. ¿O acaso creéis que todo el progreso, la evolución, habrían sido posibles si fuésemos todos tan "alternativos" como a veces presumimos ser? No, definitivamente, sería imposible. Nos necesitamos los unos a los otros, necesitamos compartir intereses y hablar de las mismas cosas (esto no quiere decir que tengamos que ser todos iguales).
Y otra cosa: creemos que las modas son algo privado. ¿Quién me impide llevar un día una camiseta de Nirvana y al siguiente una gorra de Adidas? Sentimos que tenemos que "defender lo nuestro" o algo así, ya que lo único que nos queda son los bienes materiales. Ya no defendemos nuestro territorio, ni nuestra ideología, ni nuestra religión. Vivimos en la sociedad del respeto y sin embargo, es inmoral no seguir la moda que nosotros seguimos (canis, pokeros, emos, otakus, góticos, heavys, raperos, indies...). Somos personas por encima de todo eso, aunque suene a tópico, pero es cierto. Es precisamente la sociedad del respeto lo que nos lleva a defender cosas tan estúpidas como estas, a separarnos de algún modo.
Que conste, no soy racista, ni xenófobo, ni sexista... Simplemente creo que las personas necesitamos estar divididas (sin considerar a unos superiores a otros), y esto nos lleva a seguir diferentes patrones de conducta, es decir, modas.
Una pequeña confesión: yo sigo modas, muchas modas, y no me siento peor persona por ello, no me siento inferior ni menos inteligente. Por ejemplo, Blogger es una, Twitter es otra, llevar vaqueros gastados o camisetas de The Beatles también (por muy fan que sea del grupo, está de moda).
Sí, puede sonar a entrada tonta, y puede que no tenga ni idea de psicología o sociología (¿tanto se nota?), pero es lo que pienso (y después de todo, es mi blog y hago lo que me ****).
lunes, 5 de marzo de 2012
PREJUICIOS EVERYWHERE
-¡Anda, mira! A aquel hombre le roban su cartera… ¡Hay que ver, cómo está la sociedad!… Ya no saben ganarse la vida y tienen que robar, ¡qué vergüenza! Mano dura tendría que haber aquí. ¡Y qué casualidad, un negro el que está robando! Si es que… A todos los tendrían que sacar de este país, que no hacen más que robar. No saben ni hablar español y ya vienen aquí en las pateras esas, ¡qué asco! Si son guarros en su país vale, pero es que se lo traen aquí. Ahora, que yo racista no soy, que quede claro.
-Pero, ¿no le piensa usted decir nada al hombre? ¡Qué le están robando! Anda, dígaselo, ¡venga!
-¡No! Que seguro que si a mí me robaran, él no me defendería, que la gente es muy mala y prejuiciosa. Yo no pienso decirle nada.
-Pero anda, dígale algo, ¿no? Que mucho hablar usted pero no hace nada, ¡no sea hipócrita!
-¡Mira qué fresca! Díselo tú ya que eres tan buena persona, ¡qué cara!
-Yo no, que a ver si me meto en problemas con el delincuente ese. Yo voy tranquila, y si quiere robarle que le robe, que ese no es mi problema.
-Eso también es verdad, que se de cuenta él solito, que está atontado el hombre. Merecido lo tiene, por no estar atento. No puede ir uno por la vida tan feliz, a ver si nos preocupamos un poco más por las cosas, que luego pasa lo que pasa.
-Pues sí, mejor que se de cuenta él mismo. Mírale que… ¡Pero si ya no están!
-¡Pues claro! Meten la mano en el bolsillo, le sacan la cartera y en menos de un minuto ya te has quedado sin ella. Además, aprovechan cuando te bajas porque con el lío de la parada y la gente pues no estás a todo
sábado, 3 de marzo de 2012
La pieza de plomo
Las piezas caían, una a una, casi todas sin oponer resistencia. Alguna que otra intentaba evitarlo, pero no insistía demasiado. La fuerza que les empujaba era enorme, y, con cada pieza caída, la presión era mayor. “Doble cero” veía esto mientras esperaba su turno, él era el último de su fila, y no tenía nada detrás que amortiguara su caída. Las demás piezas de plástico eran débiles, pero “doble cero” no, él era de plomo, aguantaría.
Poco a poco, el fantasma invisible que tiraba a todas y cada una de sus compañeras se acercaba más y más.
Ya sólo quedaban seis piezas, “doble seis” acababa de caer sobre “doble cinco”. Un segundo despúes, esta última estaba sobre el “doble cuatro”, y en un instante, este último estaba sobre “doble tres”. Este último se había resignado hacía tiempo. Antes de que “doble cuatro” hubiese terminado de caer, “doble tres” ya había empezado el movimiento.
“Doble tres” cayó sobre “doble dos”, a quién se le escapó un gritito ahogado. No tardó en golpear a “doble uno”, el turno de la pieza de plomo estaba ya muy cercano. Un intento desesperado por escapar, hizo que “doble uno” se torciera un poco, pero esto no pudo eludir lo inevitable.
En un abrir y cerrar de ojos, “doble uno” tocó a “doble cero”, la pieza de plomo aguantó con todas sus fuerzas. Luchó al límite de sus capacidades. Era complicado, el peso de todas las piezas de plástico hacía una presión enorme, pero el plomo era denso, podía con ellas.
Plomo sabía que, si había alguien capaz de oponer resistencia, ese era él. Se concentró como nunca, sacó fuerzas de donde no las había, y en un principio, aguantó.
Ahora era su misión salvar a todas las demás, hizo un esfuerzo extra y consiguió poner a “doble uno” de pie, pero este no hacía ningún esfuerzo por mantenerse. Lo intentó una y mil veces, pero siempre “doble uno” acababa por caer.
Finalmente, “doble cero” se rindió. Él solo no podía con todas y cada una de las piezas. Agotado, exhaló, hasta que no le quedaba hueco en sus pulmones de plomo, y soltó todo el aire a la vez que se dejaba aplastar por “doble uno”. Durante los últimos momentos de lucidez, recordó su lucha. Todo el esfuerzo había sido en vano, pero había valido la pena.
“Sí, sin duda, ha valido la pena” pensó, “Supongo que ya es hora...” Tomó una última bocanada, otra más, ya no había tiempo... “Ya no aguanto más” se dijo a sí mismo, “Me rindo”.
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