Estamos a 10.000 metros de altura sobre un cielo nítido. Se puede ver perfectamente el mar bajo nuestros pies. Vamos camino de, quién sabe, algún lugar muy lejos de aquí. Pero ahora, justo ahora, estás mirando por la ventanilla, y te recoges el pelo suavemente. Sonríes, porque sabes que van a ser unos buenos días los que vienen. Llevabas tiempo esperándolo. Y me miras, como diciendo: "Al fin, lo logramos". Y yo te respondo un mudo "Lo logramos". Y tú me entiendes, y vuelves a sonreír. Lo sé.
sábado, 27 de abril de 2013
miércoles, 24 de abril de 2013
ME MOTIVÓ
Me motivó a escribir. Me motivó a
soltar en una frase todas las verdades que en un solo segundo
pudieran pasarme por la cabeza. Me motivó a reír sin miedo, a
llorar sin miedo, a sentir sin miedo, a aceptar el miedo y a no
tenerle miedo al miedo. Me motivó, en definitiva, a ser valiente.
Me motivó a leer. Me motivó a
escuchar buena música, a sentirla. Me motivó a disfrutar los
placeres más mundanos y simples que puedas imaginar. Me motivó a
mostrarle una cara amable a todo y a todos, a levantarme de buen
humor cada mañana y a acostarme con la sensación de estar realmente
lejos de la muerte. Me motivó, digamos, a vivir.
Me motivó a hablar. Me motivó a hacer
el ridículo y a no preocuparme por ello. Me motivó a sacar una
sonrisa por segundo. Me motivó a querer, y a odiar a partes
desiguales. Y después de todo esto, ya no estaba. Fue como aprender
a montar en bici, y llegó un momento en el que miré hacia atrás,
pero sus manos ya no estaban conmigo, sino lejos. Y me saludaban, y
me decían: "Hazlo". Y yo lo hice, no sé cómo, pero lo
hice.
Me motivó a ser.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)