miércoles, 24 de abril de 2013

ME MOTIVÓ


Me motivó a escribir. Me motivó a soltar en una frase todas las verdades que en un solo segundo pudieran pasarme por la cabeza. Me motivó a reír sin miedo, a llorar sin miedo, a sentir sin miedo, a aceptar el miedo y a no tenerle miedo al miedo. Me motivó, en definitiva, a ser valiente.

Me motivó a leer. Me motivó a escuchar buena música, a sentirla. Me motivó a disfrutar los placeres más mundanos y simples que puedas imaginar. Me motivó a mostrarle una cara amable a todo y a todos, a levantarme de buen humor cada mañana y a acostarme con la sensación de estar realmente lejos de la muerte. Me motivó, digamos, a vivir.

Me motivó a hablar. Me motivó a hacer el ridículo y a no preocuparme por ello. Me motivó a sacar una sonrisa por segundo. Me motivó a querer, y a odiar a partes desiguales. Y después de todo esto, ya no estaba. Fue como aprender a montar en bici, y llegó un momento en el que miré hacia atrás, pero sus manos ya no estaban conmigo, sino lejos. Y me saludaban, y me decían: "Hazlo". Y yo lo hice, no sé cómo, pero lo hice.

Me motivó a ser.  

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