miércoles, 19 de diciembre de 2012

I


El coche aceleraba. En medio de aquella solitaria carretera, con las ventanillas bajadas y contigo al lado, en ese momento era feliz. El viento en las caras, Tracy Chapman en la radio, y aquel sol abrasante. No vimos otro auto en un buen rato, no sabría decir cuánto, no llevaba reloj. El tiempo no tenía gran importancia en ese momento, la verdad.  

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